Subsidios a combustibles fósiles se duplicaron durante 2021 a nivel global

Subsidios a combustibles fósiles se duplicaron durante 2021 a nivel global

El análisis fue elaborado por la EIA y la OCDE. Advierten que, en 2022, producto del aumento en el precio de la energía por la guerra entre Rusia y Ucrania, los subsidios a estos combustibles podrían seguir aumentando.

Según los datos publicados por la OCDE y la IEA, los subsidios gubernamentales entregados a los 51 países del mundo en 2021, bastaron para que la cifra se duplicara respecto a 2020 Mientras hace dos años, la cifra fue de 362.400 millones de dólares, el año pasado alcanzó los 697.200 millones de dólares.

Los países analizados en este informe fueron los integrantes de la OCDE, el G20 y otras 33 grandes economías productoras y consumidoras de energía que representan alrededor del 85% del suministro total de energía del mundo.

El análisis elaborado por las dos entidades señala que el aumento en el precio de la energía estaría detrás del incremento en los subsidios gubernamentales a los combustibles fósiles. El repunte de la economía global explicaría ese aumento en los precios. Sin embargo, la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha “provocado un fuerte aumento de los precios de la energía y ha socavado la seguridad energética”, según las organizaciones, hace prever que en 2022 los subsidios para ese sector aumentarán.

Uno de los problemas con el aumento de los subsidios a los combustibles fósiles, es que “fomentan el despilfarro en el consumo y no llegan necesariamente a los hogares de bajos ingresos”, dijo Mathias Cormann, secretario general de la OCDE.

Por otra parte, Fatih Birol, director ejecutivo de la IEA, expuso los impactos ambientales de este tipo de apoyos gubernamentales: “Las subvenciones a los combustibles fósiles son un obstáculo para un futuro más sostenible, pero la dificultad que tienen los gobiernos para eliminarlas se pone de manifiesto en épocas de precios altos y volátiles de los combustibles”.

En ese sentido, Birol hizo un llamado a los gobiernos para acelerar la transición energética, “un aumento de la inversión en tecnologías e infraestructuras de energía limpia es la única solución duradera a la actual crisis energética mundial y la mejor manera de reducir la exposición de los consumidores a los altos costes de los combustibles”.